Tal día como hoy, en 1859, Gustavo Adolfo Bécquer sorprende a su amada mirándole con cara endemoniada, como si le clavara en la pupila su pupila azul, y el poeta sevillano, aterrado, le termina preguntando si “la ‘poseía’ eres tú”.
Tal día como hoy, en 1859, Gustavo Adolfo Bécquer sorprende a su amada mirándole con cara endemoniada, como si le clavara en la pupila su pupila azul, y el poeta sevillano, aterrado, le termina preguntando si “la ‘poseía’ eres tú”.