(Mi primer cumpleaños… ya sin madre)

Todo está en calma ahora, y sigilosamente

arden los aires su derroche de púrpura,

se incendian las vidrieras del oriente

y el faro pestañea cada vez más osado.

Bajo una malla de quebrados vuelos

el tiempo se detiene y acaricia

el patio y sus secretos en silencio:

los desconchados muros, las pizarras,

entrañas de la tierra entre mis dedos,

un almendro cansado y el agua que se aferra

al geranio, sus yemas y colores,

calor de pan en los bancales negros,

y en los gatos ariscos mansedumbre.

Esa mansa locura que todo lo penetra

y extravía miradas y solidarias risas.

Porque yo ya soy otro. Como el mar es extraño

sobre la misma costa, contra el pueblo diverso

e inmóvil en la roca. Como la luz es otra

poco a poco, y la misma. Y es el día. Y la noche.

José Luis Giménez-Frontín: Esa mansa locura (Joven poesía española. Cátedra, 1980)

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Loquillo / Gil de Biedma: No volveré a ser joven