Tal día como hoy, en 2010, un oftalmólogo totalmente alcoholizado empieza a ver salir por las paredes decenas de pequeños frasquitos de gotas para los ojos, en lo que se considera como el primer caso de “colirium tremens”
Tal día como hoy, en 2010, un oftalmólogo totalmente alcoholizado empieza a ver salir por las paredes decenas de pequeños frasquitos de gotas para los ojos, en lo que se considera como el primer caso de “colirium tremens”